Inspiración para mi vida profesional. Dr. Emilio Flores Lima.
Usualmente las personas piensan que los Médicos Veterinarios nos dedicamos a las mascotas porque nos gustan los perritos, pero no basta que te gusten los animalitos, debe gustarte la medicina y debes entender que también ayudas a las personas cuando cuidas la salud de sus mascotas. Algunos se preguntaran ¿Cómo puedes pensar que ayudas a las personas si te dedicas a las mascotas? Pues bien, en mi caso me gusta tanto la Medicina que pensé en dedicarme a la Medicina para Humanos, pero por azares del destino elegí Medicina Veterinaria y conforme ha pasado el tiempo he comprendido que detrás de cada mascota que llega a mi clínica, hay una persona comprometida con el bienestar del animalito y que cada mascota entrega su lealtad y cariño a quien lo cuida, es así como se establece una relación de afecto y beneficio mutuo, a la cual me referiré como relación “Dueño-Mascota”.
¿En dónde comienza esta relación?
Las personas adquieren, adoptan o reciben una mascota por diversas razones, como rescatar y ayudar un animalito en problemas, tener una raza de moda o potencialmente “rentable”, pero la mayoría lo hace por dar un compañero de juego a los hijos o un paciente compañero a un abuelito, otros lo hacen para aliviar el dolor asociado a la pérdida de un ser querido, o bien, para cuidar la casa o el negocio y a veces se hace para ayudar y cuidar a personas con capacidades diferentes o enfermas. Sea cual sea el caso, la mayoría de las personas no sabe a ciencia cierta que mascota elegir, la raza, el tamaño, o las necesidades y responsabilidad que conlleva la adopción y tenencia de una mascota y es aquí donde empieza la lección.
Como venía diciendo las mascotas se adquieren pensando que van a ser de la familia, que son benéficas para los hijos o que van a protegernos de intrusos que desean entrar en nuestros hogares y la verdad es que, la mayor parte de las veces las cosas no resultan como pensamos (tal y como sucede con otras relaciones de nuestra vida). El perro crece más rápido que los hijos, los hijos salen a estudiar o se casan dejando a su mascota para que haga compañía a los papas o bien, nació él bebe y nos dicen que el perro es una fuente de infección así que hay que darlo en adopción, y el perro guardián que queríamos, resulta ser el más amiguero del barrio y más que cuidar, parece que invita a todos a pasar… ¡para jugar un ratito! Eso sin contar las veces que se enferma y hay que llevarlo al Veterinario, ¡No inventes!
Aun así, insistimos en tener mascota. ¿Por qué lo hacemos? La razón es que intuitivamente nos damos cuenta que también hay beneficios en tenerla y podrás preguntar: ¿Cuáles son? ¡Por favor que alguien me lo explique! Bueno esta es mi experiencia. Espero que les pueda servir.
Sea como sea, la mascota llegó a la casa, el animalito termina siendo el compañero y amigo especial de alguno de los miembros de la familia, porque no todos en la casa lo quieren igual, al menos no al principio y es que los animalitos no son capaces de solventar sus necesidades pues no se bañan solos, no pueden servirse de comer, no limpian lo que ensucian, rompen cosas, se enferman y no pagan la cuenta del doctor, así que alguien tiene que limpiar y alguien tiene que pagar, por eso, casi siempre hay alguien que no está de acuerdo en tenerlo y cuidarlo.
Pero es cuando ves cómo se divierte tu hijo con su perro, o cuando tu mascota sale a recibirte sin importar si llegas tarde o hace frio; cuando te ve y mueve la cola para decirte que está feliz de verte, o cuando te hace compañía en los días de tristeza y enfermedad y cuando agradece tus cuidados sin importar el precio de lo que le ofreces. Es en estos momentos cuando te das cuenta porque a pesar de todo terminas queriendo a tu mascota. Esto es lo que escucho y veo cuando los dueños llegan a mi consulta con su mascota enferma y un sinfín de preguntas, es que sin darse cuenta son el ejemplo de vida que muchas veces deseamos explicar a nuestra familia, porque en resumidas cuentas y en tiempo periodo de tiempo más breve, nuestras mascotas se convierten en compañeros en las buenas y en las malas, juegan y crecen con nuestros hijos, maduran y se reproducen para mostrarnos la paternidad, así como los riesgos y problemas de la reproducción no planeada, también envejecen y nos muestran que después de la plenitud viene el declive y la perdida y con ella una nueva oportunidad de volver a empezar. En fin nos muestran la vida con su propia vida. Y nos enseñan también que deberíamos disfrutarnos más y pedirnos menos, para así ser más felices y mejores personas.
Este es el ejemplo de vida que nutre mi dedicación y filosofía profesional, es por la relación de beneficio mutuo Dueño-Mascota y la posibilidad de influir positivamente en la vida de las personas, a través del cuidado de la salud de las mascotas que me gusta mi profesión.
Si no has podido comprobar los beneficios de tener una mascota es porque tal vez no te has dado tiempo para convivir con ella o no has volteado a ver a tu vecino o familiar que si tiene una.
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